29 dic 2011

Sustitucion de la pistola Llama M-82.


La Llama M-82 se trata de una pistola de doble acción fabricada por la empresa nacional Llama-Gabilondo y Cía, S.A. diseñada en 1986. De calibre 9 mm llevaba como arma reglamentaria en  las Fuerzas Armadas desde 1988.




Este arma será sustituida por la HK USP, pistola diseñada en 1993 por la firma alemana Hekler & Koch. También de calibre 9mm, es usada como arma reglamentaria, en la Armada (desde 2011), el EdA, el Servicio de Vigilancia Aduanera, la policia autónoma vasca, y el Cuerpo Nacional de Policia (desde 2008) en España, en las Fuerzas Armadas de otros paises como son Alemania, Estonia e Irlanda, además de un gran número de unidades a lo largo de todo el mundo.

Está previsto que en los proximos 2 años se distribuyan unas 9.500 pistolas, de las cuales 2.500 unidades se entregarán en 2012 y otras 7.000 en 2013.


Se trata de la primera renovación de pistolas en el último cuarto de siglo. El nuevo modelo pesa un 40% menos gracias al uso de polímeros, y la aleta del seguro se encuentra a ambos lados al igual que la aleta de extracción, lo que facilita el uso ambidiestro.
También es notable la diferencia de tamaños, ya que la M-82 tiene una longitud total de 209 mm (114 mm el cañón), mientras que la HK mide, 194 mm (108 mm el cañón) en la versión Standard.

22 dic 2011

Feliz Navidad

Desde este blog, querría desearles a todos unas felices fiestas, y como siempre con un especial recuerdo a aquellos que las pasaran lejos de su familia y amigos, y teniendo en mente a los que ya no estan con nosotros.


17 dic 2011

Museo del Éjercito y de Historia Militar de Bruselas

El Museo del Éjercito y de Historia Militar de Bruselas, es el museo militar más importante de Bélgica, y uno de los más importantes del mundo. Se encuentra situado en el "Parque del Cincuentenario”, levantado sobre una gran explanada en la que antiguamente los domingos solían realizar sus ejercicios la Guardia Cívica.

En dicho museo podemos encontrar diversas recreaciones (sobre todo de la Segunda Guerra Mundial), que van desde las posiciones defensivas del Muro Atlántico, hasta las trincheras, pasando por el desembarco de Normandía.



























 A parte tambien podemos encontrar unifomes (y armaduras) de diversas épocas.



















Quizás una de las partes más espectaculares sea el hangar, en el que podemos encontrar desde un F-16, y un F-4 hasta un Havilland Mosquito, o un Mi-24, pasando por diversos biplanos y monoplanos de la I GM.












 Al tratarse de un museo situado en una zona afectada tanto por la Primera Guerra Mundial, como por la Segunda, el numero de efectos de los paises beligerantes es bastante considerable:





Mas adelante, intentaré seguir esta entrada con un reportaje gráfico mucho más detallado sobre el museo.


Información sobre horarios y localización en: Belgica Turismo.

11 dic 2011

"Vas a matar y a que no te maten"

En Afganistán el único paso que no mata es el que ya has dado", cuenta un soldado español que participó en la misión. Legías, paracas, cazadores de montaña... Los soldados de Infantería son la primera línea del Ejército español, los que con frecuencia recorren el terreno lejos de la protección de las bases más grandes, como Herat o Qala i Naw. "De misión de paz nada. Allí vas a matar y a que no te maten". Los ojos azules de Ángel (nombre ficticio) se emocionan cuando habla de su trabajo: "Yo puedo contar cómo es esa guerra. He estado en las bases avanzadas pegando tiros. Más allá de eso no hay nada". A unos kilómetros de una de esas bases, en Ludina, en la provincia de Badghis, murió el pasado 6 de noviembre el sargento primero Joaquín Moya Espejo. La última de las 97 bajas que ha sufrido el Ejército español en la misión de Afganistán.

La hostilidad contra las tropas españolas se multiplicó desde que desplegaron destacamentos a lo largo de las dos rutas que recorren la provincia rumbo a Bala Murghab en el norte, la zona más peligrosa de la región. Sang Atesh, Ludina, Moqur o Darra i Bum son los nombres de algunas de las bases españolas en zonas de dominio talibán. Son los destinos más mortíferos: después de los accidentes aéreos del Yak-42 y el Cougar, que causaron 79 víctimas mortales, la mayor parte de las bajas sufridas por el Ejército español han sido en las misiones de los destacamentos en las bases avanzadas.

Durante las estancias en estos puestos avanzados los tiros se convertían en rutina. Tras días viviendo entre sacos terreros, los soldados se habitúan a oír los disparos que restallan a 700 u 800 metros. Es el sonido de la guerra. Desde su puesto, Ángel se acostumbró a buscar el blanco en el fogueo de los Kaláshnikov: "Tenemos una ladera y no sabemos de dónde vienen los tiros. De repente dejas de oírlos". Eso es todo. ¿Están muertos? ¿Se han ido? ¿Solo heridos? No recogen los cadáveres, así que nunca tienen la certeza de haber causado una baja. Aun así, Ángel reconoce que cuando dejaban de oírse los disparos solo tenía un pensamiento: "Me cargué a ese hijo puta. Uno menos".

Joaquín Moya Espejo no podrá pensarlo nunca más. Una bala se coló cerca de la axila, en una zona no protegida por el chaleco antifragmentos que llevaba. Las placas de cerámica que cubrían el pecho no sirvieron para evitar que un proyectil dejara a su hijo huérfano de padre. La bala era de un arma ligera, probablemente de Kaláshnikov. Es un fusil de asalto, diseñado en la Segunda Guerra Mundial, que heredaron de la ocupación soviética. Arcaico pero eficaz: las ventajas de armamento de los ejércitos occidentales se acortan sobre el terreno. Se sienten expuestos como marionetas en un teatro de títeres: "Nosotros tenemos que hacer puntería, ellos solo tenían que apuntar a la base". En uno de esos ataques demasiado cercanos lograron coger a dos talibanes. ¿Se alegraron en el cuartel? "Pregúntaselo al que no vuelve, o al que vuelve sin piernas: los hubiéramos preferido muertos".

Recuerda aquel día como un momento peligroso, pero sonríe. La adrenalina coloca y mata el aburrimiento. Lo peor de Afganistán es tener tiempo para pensar, para echar de menos. Los problemas familiares, la hipoteca, las crisis con la pareja, allí se viven como ultimátums. La batalla ahoga los problemas: "Lo único que piensas es en dónde está, para matarlo". Una droga que engancha. "Vamos a por él", se decía Ángel. "Olvidas tener miedo. Mientras estás allí disparando lo único que tienes en la cabeza es: 'A ver si pillo a ese cabrón, que mañana puede matar a un amigo".

Este militar no alcanza los 25 años, pero ya ha participado en las misiones españolas del Líbano, Kosovo y Afganistán. Él, como el resto de sus compañeros, solo accede a hablar sin nombre. Ni foto, ni lugares precisos, ni fechas. En un tablón de cuartel donde trabaja, cuelga un cartel con una advertencia: hablar sin autorización tiene una pena, el despido. Muchos piden que no se revele su nacionalidad o su edad exacta, nada que los identifique. "Mira, es que el castigo no es un arresto. Es que te largan. Y yo vivo de esto". El undécimo mandamiento del soldado: no hablarás con periodistas.

La misión afgana es un agujero informativo, pese a que el contingente español que lucha con las fuerzas de la OTAN (ISAF) es de 1.552 combatientes. Con medio millón de habitantes (similar a Cáceres), Badghis, la región controlada por España es una de las provincias menos atacadas por la insurgencia, que se hace fuerte al sur, en la zona limítrofe con Pakistán. Pero también es la más pobre. "En algunas partes de la provincia en las que estamos trabajando no quieren venir ni los afganos", cuenta por teléfono David Gervilla, el actual responsable de AECID, la agencia de española de cooperación y desarrollo que lleva a cabo los programas de reconstrucción de la provincia. Durante los cuatro o cinco meses que duran los relevos, la mayoría de los soldados españoles están destinados en la base aérea de Herat, que suministra a la zona oeste, o en Qala i Naw, la capital de Badghis, la región al noroeste del país que está bajo el control de España. "Estar allí es casi como en un hotel", bromea Ángel, que vivió sus estancias en Qala i Naw como unas vacaciones.

Las condiciones extremas del clima complican las cosas. En Afganistán hay dos ciclos, el de la naturaleza y el de la insurgencia, y uno mueve al otro. En el invierno el frío hace difícil moverse, hasta para los talibanes. Con el deshielo llegan los ataques y las tormentas de arena, que "convierten el día en noche" en cuestión de minutos. "Ves cómo la nube de arena se va comiendo las casas y tienes tres minutos para recogerlo todo antes de que engulla también tu refugio", recuerda impresionado Luis, soldado ecuatoriano destinado en Qala i Naw.

"No tenemos un Ejército capaz de mantener el número de enviados", dice Jorge Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME). Bravo no teme que se publique su nombre: "Ya he perdido el miedo". Militar en la reserva, lejos le quedan a este brigada los seis primeros años en el Ejército, cuando el conseguir un contrato fijo depende de los informes de los superiores. Tampoco le preocupa perder los complementos de dedicación especial. "La realidad es que allí se dispara. Matas y te hieren. Te hacen emboscadas, no ataques preventivos".

"El año 2014 queda demasiado lejos", afirma Bravo. Es la fecha que las fuerzas de la OTAN han pactado para culminar la retirada gradual de las tropas, aunque España comenzará a disminuir el número de soldados en Badghis a partir del verano de 2012, según anunció la semana pasada la ministra de Defensa en funciones, Carme Chacón.

Mientras la fecha llega, en Afganistán se juegan la vida. A medida que los sistemas de seguridad que llevan los ejércitos avanzan, la insurgencia aumenta la carga y neutraliza la ventaja defensiva. Los kaláshnikov marcan el compás de los ataques, pero la verdadera arma de la guerrilla es silenciosa. Son los explosivos improvisados (IED) los que convierten cualquier desplazamiento en una muerte potencial.

Los Lince y los RG-31 desfilan en los convoys de vehículos, son los dos modelos que Defensa compró en 2007 para jubilar los BMR. La mejora es notable, pero a la hora de la verdad todo es cuestión de suerte: "Mira, si te atacan con fusilería puedes defenderte. Pero si hay un IED... Eso no puedes verlo. Un día nos cogió uno que se activaba a distancia, pero [los talibanes] no calcularon bien. Los cogió por detrás, y el coche salió disparado unos metros, pero no pasó nada".

"Seamos sinceros, no somos los yanquis. Pero es que ellos casi pueden elegir vehículo y el arma con la que quieren tirar cada vez", dicen dos jóvenes que regresaron de Afganistán hace más de dos años. España invierte un 0,50% del PIB en Defensa; Estados Unidos, un 4,04%. "No nos podemos comparar con ellos, ni queremos: para lo que invierte nuestro país en defensa, no nos podemos quejar". Los americanos tienen zonas de responsabilidad más peligrosas, sin embargo el índice de mortalidad es proporcionalmente menor. Haciendo una cuenta simple, sin tener en cuenta las rotaciones de personal: con un destacamento actual de 100.000 hombres, el Ejército norteamericano ha sufrido 1.500 bajas desde que comenzó en 2001 la misión de combate como represalia por el atentado de las Torres Gemelas. Es decir, un porcentaje del 1,5%. En cambio, la milicia española, que aporta 1.500 enviados a la misión de reconstrucción de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, controlada por la OTAN desde 2003) por mandato de la ONU, ha perdido a 97 hombres: un 6,4%.

Algunos soldados españoles envidian el equipo de los estadounidenses, hasta el punto de que se compran material a través de páginas web americanas. Ángel explica que es una práctica bastante corriente entre sus compañeros, pero que el equipo comprado tienen que disimularlo o esconderlo cuando pasan revista, pues no es reglamentario. Él se ha comprado unas botas y varias fundas para los cargadores, pero ahora está pensando en adquirir un casco. "No sirve para pegar tiros", resume. Seguridad o movilidad es la disyuntiva que se repite siempre. Los cascos del Ministerio de Defensa español alargan la protección en la nuca, por lo que "al echar cuerpo a tierra y disparar se pierde toda la visibilidad". En más de una ocasión, Ángel eligió quitarse el casco pese al peligro: "Yo voy a Afganistán a pegar tiros, si tengo que elegir entre un casco que me cubra toda la nuca y disparar... Prefiero disparar".

Sobre la chimenea del salón de su casa, Vanesa tiene una vaina de 12,7 milímetros. Es de uno de los primeros cartuchos que disparó en Afganistán. Fumaba a escondidas de su superior, sabía que era un peligro y que incumplía una orden, pero son muchos los soldados que se las ingenian para callar el vicio. Caladas furtivas, el pitillo en un poto para que el fuego no los convierta en un blanco fácil. Mientras se refugiaba en la parte trasera del vehículo vio que algo brillaba. Se puso en alerta y tal vez eso le salvó la vida. Pronto empezaron los disparos. Vanesa es una mujer atractiva. Fuerte, pero pequeñita: "Nunca puedo cargar la [ametralladora]12.7 si no estoy en un momento eufórico. Es demasiado pesada para mí". Aquel día la cargó a la primera.

Es colombiana, cerca de los 30. De las cosas que más le marcaron de su estancia en el país fue la situación de las mujeres. "Tenía que enseñarles mi coleta para que vieran que soy mujer, pero ni así se calmaban. Nada más verte se arrodillaban. El castigo era terrible si las veían hablando con un soldado", recuerda Vanessa.

Ella entró en el Ejército como parte de ese 9% máximo de efectivos extranjeros que sirven a España. ¿Hipócrita luchar por un país que no es suyo? "Todo lo contrario, España me ha dado mucho más que Colombia". Pero el mito de los papeles pesa. Alfredo, boliviano, de poco más de 20 años, se metió al Ejército para conseguir la nacionalidad española, pero tal vez hubiera seguido el mismo camino de haber estado en Bolivia. Ni la cerveza logra relajar la firmeza de su mirada. La rectitud de la pose permanece intacta a lo largo de la entrevista, como si no supiera hacer nada más que ser soldado.

Le gustaría volver al país asiático antes del repliegue de las tropas en 2014. Ahora en España siente que cuando el peligro era real había mayor confianza por parte de los superiores: "En la batalla no hace falta que te digan lo que tienes que hacer, un buen soldado lo sabe. Allí la vida de quien está al mando depende de la tuya tanto como la tuya de él".

El objetivo final de la misión de paz es que las milicias den la seguridad necesaria para construir colegios, levantar hospitales y dar a los agricultores una alternativa al opio. Pero la realidad es que, en ocasiones, la corrupción no permite que el dinero invertido llege a la población y a menudo sienten el rechazo de los afganos. A veces les tiran piedras o se tapan la nariz a su paso para no respirar el mismo aire. "La gente espera más de los militares", afirma Salem Wahdat, el segundo de la Embajada afgana en Madrid. Es un enamorado de la lengua española y está convencido de que apreciarán el esfuerzo con el tiempo: "Van a decir gracias, al menos los afganos aprenderán a decir eso".

Los soldados son profesionales. Luchan por un salario, pero lo hacen con la bandera en el uniforme. ¿Se sienten los colores de España en el frente? "Sientes la vida de tu compañero, es o ellos o tú", dice Ángel. En medio están las balas. Reconocen que cuando aprietan el gatillo solo piensan en volver juntos a casa, pero creen que no se valora su gesto: "No soy un facha, soy un soldado. Me gustaría sentir más reconocimiento en España, sentir que voy a Afganistán y muero porque sirvo a mi gente".


Fuente: El Pais

10 dic 2011

Ntra. Sra. de Loreto.

Como cada 10 de diciembre, se celebra la festividad de Nuestra Señora la Virgen de Loreto, patrona del Ejercito del Aire.



«Per aspera ad astra»

8 dic 2011

"A pie y sin dinero"

A pie y sin un ochavo en los bolsillos, calados hasta los huesos y con el estomago frío; en la vista una nube de hielo y en el dedo que oprime el gatillo un sabañón.
El día 8 de Diciembre hace frío, mucho frío, pero nunca bastante para frenar a la Infantería, que con un trajecito de dril, derrite la nieve de los montes y la escarcha de los ríos difíciles y el hielo que oprime los corazones en desgracia.
Ningún oficio mas bonito que el de capitán de infantería, artesano del valor heroico, orfebre del valor estoico, que va a pie donde lo mandan con sus hombres detrás, y que a veces se queda en el camino con una bala “! Con que facilidad, Dios mío! “que le para los pulsos del corazón.
La guerra no es triste, porque levanta las almas. La guerra no es triste porque nos enseña que fuera de la Bandera, nada, ni aún la vida, importa.
La Infantería es la guerra a pie firme, la guerra cara a cara, la vida jugada a cara y cruz de la victoria y la muerte. La infantería es la guerra a cuerpo limpio, y el infante lidiador que lleva el espíritu armado de un estoque de fuego, como un arcángel de estrellas en la bocamanga.
La Infantería no es la materia, es el ligero y tenue soplo que vivifica.
La Infantería no es la masa, es la compañía.
La Infantería no es, a veces, ni el concierto; es siempre la canción arrebatada del solitario centinela, que canta para que el Cabo de Guardia sepa que esta vivo.
Quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse. Porque el secreto de la Infantería, (nosotros estamos hablando naturalmente de la Infantería Española, la de las cornetas en el cuello de la guerrera) es el de sacar fuerzas de flaqueza y hacer de tripas corazón. Que nunca mas noble fin tuvieron, ni nada mejor pudieron servir.
Quien no haya sido soldado de Infantería que cuando el hombre se lanza, cuando al hombre se le calienta la sangre, lo mas difícil es pararlo y enfriarlo. Porque el otro secreto de la Infantería es el de calentar el aire con la mirada y darse cuenta de que la batalla terminó cuando el soldado crema que estaba empezando. Que nunca mejores temples se conocieron ni en más gallardo menester se emplearon.
Quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore lo que es sentirse amo del mundo a pie y sin dinero.
A pie paseamos por donde quisimos, porque el que no va a pie, no se entera y os lo dice un vagabundo. Y sin dinero izamos nuestra Bandera donde nos dio la gana y donde nos mandaron, porque la victoria no es algo que se compra sino que se conquista y os lo dice un pobre.
Ningún oficio más bello que el de infante, que lleva su casa a cuestas como el caracol y se pelea porque no admite jaques; como el león y como el gallo y como el toro. Sin medir las fuerzas (que no fuera noble presentar las batallas ganadas) y sin mirar atrás porque detrás no hay nada, absolutamente nada.
Con el frío del 8 de Diciembre se calienta nuestro corazón al pensar, como a una novia a la que quisiésemos, en la Infantería.
Resuenan pífanos marciales y aún nupciales en la última y más profunda revuelta de nuestros oídos y aún se estremece, gracias a Dios, ese ultimo nervio que en los cuerpos de los bien nacidos se guarda, como oro en paño, para que vibre en las ocasiones solemnes. 

Camilo Jose Cela.

Inmaculada Concepción

Dia 8 de diciembre, Inmaculada Concepción, patrona de España y del Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra, Especialidad Fundamental Infantería.

26 nov 2011

Credo de los Ranger. (Ranger' Creed)


El Credo Ranger fue iniciado por el Teniente Coronel Leuer y por su Sargento Mayor Neal R. Gentry, fue modificado por el comandante "Rock" Hudson y finalizado en Fort Stewart (Georgia) en 1974.

  • Reconociendo que me ofrecí como un Ranger, sabiendo los peligros de mi profesión, siempre me esforzaré por mantener el prestigio, el honor, y el alto espíritu de equipo de mi Regimiento Ranger.
  • Reconociendo el hecho de que un Ranger es un soldado de elite que llega a la vanguardia de la batalla por tierra, mar o aire, acepto el hecho de que como un Ranger mi país espera de mi que vaya más lejos, más rápido y luchar con más fuerza que cualquier otro soldado.
  • Nunca voy a fallar a mis compañeros. Siempre me mantendré alerta mentalmente, fuerte físicamente y recto moralmente, y voy a asumir más de mi parte en las tareas cualquiera que ésta sea. El cien por cien y mas. 
  • Galantemente voy a mostrar al mundo que soy un soldado especialmente seleccionado y bien entrenado. Mi cortesía a los oficiales superiores, la pulcritud en el vestir y el cuidado del equipo deberá dar el ejemplo a seguir a otros.
  • Enérgicamente yo me reuniré con los enemigos de mi país. Yo les derrotaré en el campo de batalla porque estoy mejor capacitado y lucharé con todas mis fuerzas. La rendición no es una palabra Ranger. Nunca dejaré a un compañero caído a caer en manos del enemigo y en ningún caso podré avergonzar a mi país. 
  • Fácilmente mostraré la fortaleza necesaria para luchar contra el objetivo Ranger y completar la misión aun siendo el único superviviente.



24 nov 2011

NH-90 el nuevo helicoptero del Ministerio de Defensa.

Defensa ha reducido a 38 los helicópteros del programa NH90 firmado con Eurocopter en diciembre del 2006.

El plan inicial del Ministerio de Defensa estimaba la contratación de 104 unidades de aquí al año 2025, aunque más tarde se optó por firmar un contrato inicial por 45.

La primera unidad del NH-90 español denominado GSPA01, se ha presentado hoy en la factoría que tiene Eurocopter en Albacete y será entregado en la primavera del 2013 al Ejército de Tierra.
Dicha variante difiere del modelo fabricado por Eurocopter para el resto de los países europeos que lo tienen, ya que se ha adaptado a las necesidades del Ejército de Tierra, como medio de transporte táctico y militar, a la Armada para la lucha antisubmarina y el rescate, y para el Ejército del Aire, con grúas de rescate y armamento.



El NH-90 se trata de un helicóptero polivalente de tamaño medio bimotor construido por NH Industries, una empresa establecida por Eurocopter.
Dicho aparato posee dos variantes:
  • TTH (Tactical Transport Helicopter): Especialmente diseñado para transporte de hasta 20 soldados totalmente equipados o más de 2.500 kg de carga, operaciones helitransportadas y búsqueda y rescate. Otras aplicaciones incluyen la evacuación médica (12 camillas), operaciones especiales, lucha electrónica, correo aéreo, paracaidismo, transporte VIP y entrenamiento de vuelo.
  • NFH (NATO Frigate Helicopter): Diseñado para combate antisubmarino (ASW) y antinavío (ASUW) como plataforma autónoma embarcada. Estas unidades están equipadas para trabajar tanto de día como de noche, meteorología adversa y operaciones embarcadas.Otras misiones pueden incluir soporte en lucha antiaérea, reabastecimiento vertical, búsqueda y rescate y transporte de tropas.



Características Generales-
  • Longitud:
    • Total: 19,563 m (incluyendo rotores)
    • Fuselaje: 16,132 m
  • Diámetro rotor principal: 16,3 m
  • Anchura: 3,633 m, 4,618 m (incluyendo estabilizador de cola)
  • Peso máximo al despegue: 10.600 kg-
  • Peso vacío: 6.400 kg
  • Peso útil: 4.200 kg
  • Comunicaciones radio: 2 V/UHF AM/FM + crypto, 1 HF + crypto- 
  • Opcional: 1 VHF FM táctico (Radio TRA 6034THALES/AMPER)- 
  • Sistema de identificación: IFF modos A/C/S y hasta modo 4- 
  • Navegación: 2 INS/GPS modo P, 2 MMR, DME/P, ADF-
  • Preinstalaciones aviónica: PLS, WXR, DMG, EWS, HMSD, FLIR- 
  • Otras capacidades: grúa, gancho de carga, filtros de arena, diluidor de gases, flotabilidad de emergencia, HIFR, sistema anti-hielo.
Equipos y Sistemas de Armas
  • Preinstalación para ametralladoras 12,70 mm/7,62 mm en ambos laterales.
  • Preinstalación para blindaje parcial de cabina de pilotos y pasajeros.
  • Preinstalación para diversos equipos opcionales, que permitan su instalación en función de la configuración que se elija para cada misión.




Tal y como se analiza en Atenea, quizá la adquisición del NH-90 no fuera la mas correcta para España: Enlace. 

18 nov 2011

Escucha, aprende y luego lidera.

 Una lección sobre el liderazgo en los tiempos de las nuevas tecnologías. 
Stanley A. McChrystal


 Hace 10 años, un martes por la mañana, dirigí un salto en paracaídas en el Fuerte Bragg, Carolina del Norte. Era un salto rutinario de entrenamiento como muchos otros que había hecho desde que me convertí en paracaidista 27 años antes. Fuimos temprano al campo de aviación porque estamos en el Ejército y siempre hay que ir temprano. Haces algún entrenamiento de rutina, y después te pones tu paracaídas con la ayuda de un compañero. Y te pones un paracaídas T10. Y tienes mucho cuidado con cómo te colocas las correas, particularmente las correas que van entre las piernas. Y luego te pones el de reserva y después la pesada mochila. Y luego viene un jefe de salto que es un oficial experto en operaciones paracaidistas. Te revisa, toma tus correas y lo ajusta todo presionando tu pecho, apretando tus hombros y, claro, lo ajusta de manera que tu voz sube también un par de octavas. Después tomas asiento y esperas un poco, porque esto es el Ejército. Después te indican que empieza el embarque en el avión y luego te pones de pie y te subes, y avanzas pesadamente de esta forma -en una fila- y te sientas en cualquiera de los lados del avión. Y esperas un poco más, porque ésta es la Fuerza Aérea que le va enseñando al Ejército cómo es eso de esperar.

Entonces despegas. Y para entonces ya es todo bastante doloroso -y creo que así es como piensan todos-, es lo suficientemente doloroso como para que desees saltar. Realmente no quieres saltar, pero quieres que todo termine. Así que estás en el avión, vas volando y a los 20 minutos los jefes de salto empiezan a darte órdenes. Dicen: 20 minutos, es una advertencia de tiempo. Sigues sentado. Luego dicen diez minutos. Y, por supuesto, respondes a todos estos avisos. Y sirve para elevar la confianza de todos los presentes, para mostrar que no tienes miedo. Luego te dicen: "Prepárense". Y luego: "Personal de salida, de pie". Si eres personal de salida, te levantas. Si eres personal de interior, te levantas. Y luego te sujetas, y enganchas tu línea estática. En ese momento piensas: "Oye, adivina qué va a pasar. Probablemente voy a saltar. No hay cómo salirse de este embrollo a estas alturas". Pasas por algunas revisiones adicionales y luego abren la puerta.

Y esto fue ese martes por la mañana, en septiembre, en el que, por cierto, hacía muy buen tiempo. El jefe de salto empieza a revisar la puerta. Y a la hora de salir se enciende una luz verde y el jefe de salto dice: "Vamos". El primero sale, y tu estás en la fila y avanzas pesadamente hacia la puerta. Saltar es un término equivocado; lo que realmente haces es caer. Caes hacia afuera, estás atrapado en la corriente. Lo primero que haces es bloquear tu cuerpo en una posición cerrada: cabeza pegada al pecho, tus brazos extendidos, colocados por encima de tu paracaídas de reserva. Hago eso porque hace 27 años un sargento del aire me enseñó a hacerlo. No tengo ni idea si sirve de algo, pero parecía tener sentido y nunca pretendí probar la hipótesis de que estuviera equivocado. Y después esperas el golpe de apertura cuando se abre tu paracaídas. Si no recibes ese golpe, malo, no te sustenta el paracaídas, por lo que tienes toda una nueva serie de problemas. Pero normalmente se abre. Y, claro, si tus correas de las piernas no están bien colocadas, en ese momento sientes otro pequeño estremecimiento. ¡Bum!



Entonces miras a tu alrededor, estás diciendo: "Esto va bien". Ahora te preparas para lo inevitable. Vas a llegar al suelo. No puedes retrasarlo mucho. Y en realidad no puedes elegir mucho dónde vas a aterrizar, porque se pretende que puedas maniobrar. Así que, miras alrededor para ver dónde vas a aterrizar y tratas de prepararte. Conforme te acercas, pones tu mochila debajo de ti para que no esté encima de ti cuando aterrices y te preparas para hacer una caída de aterrizaje en paracaídas. El Ejército te enseña en cinco pasos: los dedos de los pies, las pantorrillas, las caderas, los glúteos y los músculos superiores. El elegante "aterriza, gira y rueda". Y así no te dolerá. En treinta y tantos años de saltos, jamás lo conseguí. [Risas] Siempre aterricé como una sandía lanzada desde un tercer piso. [Risas].

Y tan pronto como aterrizaba, lo primero que hacía era ver si me había roto algo que necesitaba. Sacudía mi cabeza, y me hacía la pregunta de siempre: "¿Por qué no me hice banquero?". [Risas] Y miraba a mi alrededor y veía a otro paracaidista, un muchacho o muchacha joven que ya habían sacado su fusil M-4 y estaban recogiendo su equipo. Estaban haciendo todo lo que les habíamos enseñado. Y comprendí que si tuvieran que entrar en combate, harían lo que les habíamos enseñado y seguirían a sus jefes. Comprendí que si salían del combate, sería porque les estábamos guiando bien. Y me centré de nuevo en la importancia de lo que estaba haciendo.

Y ahora revivo ese salto de martes por la mañana, pero no es cualquier día: aquel era un 11 de septiembre de 2001. Y cuando despegamos del campo de aviación, América estaba en paz. Cuando aterrizamos en la zona de caída todo había cambiado. Y lo que pensábamos sobre la posibilidad de que esos soldados jóvenes entrasen en combate de manera teórica era ahora muy, muy posible. El liderazgo parecía importante. Pero las cosas habían cambiado: yo era un general de brigada de 46 años con éxito, pero las cosas habían cambiado tanto que iba a tener que hacer muchos cambios significativos. Pero esa mañana todavía no lo sabía.



Me eduqué en historias tradicionales sobre el liderazgo: Robert E. Lee, John Buford en Gettysburg. Y también me contaron ejemplos personales sobre liderazgo. Por ejemplo, mi padre en Vietnam. Y me educaron para creer que los soldados eran fuertes y sabios, valiente y fieles; que no mentían, que no hacían trampa, no robaban ni abandonaban a sus camaradas. Y aún creo que los verdaderos líderes son así. Pero en mis primeros 25 años de carrera, tuve un montón de experiencias diferentes.

Con uno de mis primeros comandantes de batallón (estuve destinado en su batallón 18 meses) la única conversación que tuve siendo yo un teniente fue en la milla 18 durante una marcha de 25 millas, y me reprendió durante 40 segundos. No sé si eso fue una verdadera interacción. Pero un par de años después, cuando yo era ya comandante de compañía, salí al centro nacional de entrenamiento e hicimos una operación, y mi compañía realizó un ataque al amanecer -ya saben, el clásico ataque al amanecer: te preparas toda la noche, avanzas a la línea de partida-. Tenía una unidad blindada en ese punto.

Avanzamos y nos hicieron pedazos -quiero decir, nos hicieron pedazos inmediatamente-. El enemigo no tuvo el menor contratiempo. Y después de la batalla te traen una película móvil y hacen lo que se llama una "revisión tras la acción" para enseñarte dónde te has equivocado. Algo así como una clase de liderazgo por humillación. Montan una pantalla gigante y lo repasan todo. "...Y luego te dicen "no hiciste esto, y no hiciste aquello, etc.". Salí de allí sintiéndome peor que una cucaracha. Y miré a mi comandante del batallón al que había decepcionado. Y me acerqué para disculparme. Me dijo, "Stanley, estuviste grandioso". Y en un momento me levantó y me puso nuevamente de pie y me enseñó que los líderes pueden permitirse fallar y sin embargo no se te permitirte ser un fracasado.

Cuando llegó el 11 de septiembre, el general brigadier McChrystal vio todo un mundo nuevo. Primero, las cosas obvias, con las que estás familiarizado: el medio cambió -la rapidez, el control, la sensibilidad de todo es ahora tan rápida que algunas cosas evolucionan más rápido de lo que la gente es capaz de asimilar-. Pero todo lo que hacemos está dentro de un contexto distinto. Lo que es más importante, la fuerza bajo mi mando, estaba distribuida en más de 20 países. Y en vez de poder tener en una sala a todos los líderes claves para tomar decisiones, mirarles a los ojos y fortalecer su confianza, además de conseguir su confianza, ahora estoy dirigiendo una fuerza dispersa y tengo que usar otras técnicas. Debo usar teleconferencias, debo usar un chat, debo usar el e-mail, llamadas telefónicas; debo usar todo lo que pueda, no solo para la comunicación, sino también para el liderazgo. Un individuo de 22 años operando solo a miles de millas de distancia de mí debe comunicarse conmigo con confianza. Debo confiar en ellos y viceversa. Y también debo construir su fe. Y ese es un nuevo tipo de liderazgo para mí.

Realizamos una operación que tuvimos que coordinar desde diferentes localizaciones. Y así surgió una oportunidad -no hubo tiempo de reunir a todos. Así que tuvimos que reunir información de inteligencia, tuvimos que diseñar habilidades para actuar. Era delicado, debimos ascender en la cadena de mando, convencerles de que era la acción correcta y hacer todo esto por vías electrónicas. Fallamos. La misión no funcionó. Y ahora lo que teníamos que hacer consistía en tratar de reconstruir la fe de esa fuerza, reconstruir su confianza -yo en ellos y ellos en mí y nuestros superiores en nosotros, como una fuerza- todo sin la posibilidad de poner una mano en el hombro. Un requisito totalmente nuevo.

También, la gente había cambiado. Quizá ustedes crean que la fuerza que dirigía era un supercomando equipado con armas exóticas. En realidad, gran parte de la fuerza que dirigía era exactamente como ustedes. Eran hombres, mujeres, jóvenes, viejos -no sólo del ejército; de diferentes organizaciones, a muchos de ellos no les conocía bien-. Así que, en vez de dar órdenes, ahora construía un consenso y construía un sentido de finalidad compartido. Probablemente el cambio más grande para mí fue entender la diferencia generacional, las edades, había cambiado mucho. Estuve con un pelotón de los Rangers en una operación en Afganistán y en esa operación, un sargento en el pelotón perdió casi la mitad de su brazo al arrojar seguido una granada que habían lanzado los talibanes después de que cayera entre sus compañeros. Hablamos sobre la operación y al final hice lo que a menudo hago con una fuerza como esa. Pregunté: "¿Dónde estaban ustedes el 11 de septiembre?". Y un joven Ranger al fondo -con su cabello revuelto y su cara roja e irritada de estar en combate bajo el viento frío afgano- dijo: "Señor, yo estaba en sexto grado". Y me hizo recordar que operamos una fuerza que debe tener un fin compartido, una conciencia compartida y, sin embargo, tiene diferentes experiencias, en muchos casos un vocabulario distinto, un conjunto muy diferente de habilidades en lo que a medios digitales se refiere y superiores a los que yo y muchos de los otros altos mandos tenemos. Y aún así debemos tener ese sentido compartido.



También se produjo algo que yo llamo inversión de experiencia, ya que teníamos tantos cambios en los niveles inferiores en tecnología y tácticas que, de repente, las cosas que habíamos aprendido ya no eran las que la fuerza estaba haciendo. Entonces, ¿cómo puede un líder mantener su credibilidad y legitimidad cuando no ha hecho lo que la gente a quién se dirige está haciendo? Es un reto de liderazgo completamente nuevo. Y me obligó a ser mucho más transparente, a escuchar con mayor disposición, mucho más dispuesto a ser educado desde abajo. Y sin embargo, una vez más, no estamos todos en la misma sala. Y algo más. Hay un efecto sobre ti y sobre tus líderes. Hay un impacto que es acumulativo. No reinicias ni recargas tu batería cada vez.

Estaba frente a una pantalla una noche en Irak, junto a uno de mis oficiales de alto rango y observábamos un tiroteo de uno de nuestros cuerpos de combate. Recordé que su hijo estaba en nuestra fuerza. Le dije: "John, ¿dónde está tu hijo? ¿Cómo se encuentra?". Y me dijo: "Está bien, señor. Gracias por preguntar". Le pregunté: "¿Dónde está ahora?". Y señaló la pantalla y dijo: "Está en ese tiroteo". Imagina ver a tu hermano, padre, hija, hijo, esposa... en un tiroteo en tiempo real y no poder hacer nada al respecto. Imagina tener esa noción a través del tiempo. Y es una presión añadida en los líderes.

Y tienen que observar y cuidar el uno del otro. Probablemente aprendí más que nada sobre relaciones. Aprendí que son el tendón que mantiene unida a la fuerza. Crecí principalmente en el regimiento de los Rangers. Y todas las mañanas, cada Ranger -y hay más de 2.000- recita un credo de seis estrofas. Quizá conozcan una frase del credo que dice: "Nunca dejaré a un camarada abatido caer en manos del enemigo". Y no es una coletilla sin sentido, no es un poema. Es una promesa. Todo Ranger promete a todos los demás Rangers, sin importar lo que suceda, sin importar lo que cueste, que si me necesitas, ahí estaré. Y cada Ranger recibe la misma promesa de cada uno de los otros Rangers. Piensen en ello. Es algo extraordinariamente poderoso. Es quizá más poderoso que los lazos matrimoniales. Y lo han cumplido, lo cual le da un poder mayor. Así que la relación orgánica que los une es increíble.

Y aprendí que las relaciones personales son más importantes que nunca. Estábamos en una operación difícil en Afganistán en 2007, y un viejo amigo mío, con quien había pasado muchos años en varios puntos de mi carrera -soy padrino de uno de sus hijos- me envió una nota en un sobre que tenía una cita de Sherman for Grant que decía: "Sabía que si alguna vez me veía en aprietos tú vendrías, si estabas vivo". Y tener ese tipo de relaciones, para mí, ha sido muy importante en muchos momentos de mi carrera.

Y aprendí que tienes que dar eso en este medio, porque es duro. Ese fue mi viaje. Espero que aún no termine. Ahora creo que un líder no es bueno porque tenga razón; es bueno porque está dispuesto a aprender y a confiar. No es tarea fácil. No es como esa máquina electrónica para abdominales con la que, con 15 minutos al mes, obtienes abdominales de acero. [Risas] Y no siempre es justo. Te pueden tumbar, y duele y deja cicatrices. Pero si eres un líder, la gente con la que has contado te levantará. Y si eres un líder, la gente que cuenta contigo te necesita en pie.

Gracias.



Fuente: http://www.belt.es/expertos/home2_experto.asp?id=5800
En la pagina original, se puede ver un video de la intervencion del general McChrystal 

17 nov 2011

Un guardia civil fue herido de bala en Mauritania cuando escoltaba a la policía de ese país

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado este jueves por medio de un comunicado que el pasado mes de junio uno o varios individuos asaltaron en alta mar una de las patrulleras de la Guardia Civil que escolta a las autoridades de ese país para prevenir el tráfico de cayucos. El incidente se saldó con uno de los agentes herido de bala en un brazo por lo que tuvo que ser repatriado de urgencia a España.

"Una de las patrulleras de la Guardia Civil que colabora con la policía de ese país para evitar los enormes riesgos que suponen las travesías de los cayucos hacia Europa, fue asaltada por uno o varios individuos, la noche del 29 junio 2011. Como resultado del forcejeo con los asaltantes el agente español que se hallaba de guardia fue herido por arma de fuego en un brazo. Y, aunque ya se ha recuperado de las heridas producidas, tuvo que ser repatriado con urgencia", relata la AUGC en su comunicado que en el que exponen otros dos incidentes en los últimos meses.

El segundo caso se produjo el 18 de septiembre, según la AUGC, que describe el accidente que sufrió un patrullera de la Guardia Civi de Algeciras "debido la mal estado de la mar" en el marco de "una persecución a una embarcación rápida, sospechosa de transportar estupefacientes".

El tercero se produjo durante una actuación de la policía gibraltareña y la Guardia Civil que se encontraban colaborando, "a pesar de la inexistencia de un protocolo de actuación conjunta", en la persecución de una embarcación de narcotraficantes. "Durante la acción la patrullera de la policía gibraltareña embiste a la de la Guardia Civil de Algeciras y el resultado, tres policías gibraltareños heridos y graves daños en las patrulleras".

"Pero el incidente podría haber sido mucho más grave ya que dos de los policías gibraltareños cayeron al mar de noche e inconscientes y solo la rápida actuación de los guardias civiles evitaron que hoy tuviéramos que hablar de dos agentes muertos", añade la nota, que critica que "a los guardias civiles anónimos que les salvaron la vida ni siquiera se les ha hecho llegar la más mínima felicitación de la Dirección General de la Guardia Civil".

SÓLO CUBRE FALLECIMIENTO O LESIONES DE GRAN INVALIDEZ

La AUGC recurre a estos episodios para denunciar que "el seguro de accidente de las patrulleras de la Guardia Civil no cubre estas lesiones, que en uno de agentes alcanza cinco hernias discales de las que, lamentablemente, es posible que no se recupere jamás, porque el seguro, sólo cubre el fallecimiento o lesiones que causen gran invalidez".

Para AUGC estos accidentes registrados en el servicio marítimo "solo ponen de manifiesto las precarias condiciones de desprotección, falta de apoyo y desmoralización en la que tienen que trabajar los guardias civiles". "Agentes que día tras día ponen en peligro su propia integridad física para garantizar la seguridad de los ciudadanos y a los que, con total dejadez de sus funciones, el actual Ministerio del Interior ha abandonado a su suerte", zanja.

Fuente: EL DIA

9 nov 2011

RILAT "Príncipe" n.º 3 "El Osado"


La historia del RILAT "Príncipe" número 3 se remonta al Tercio Ordinario del Estado de Milán, creado en 1537 a las órdenes del Maestre de Campo don Rodrigo de Ripalda. Pasando por diversos nombres hasta llegar al actual:

1537: Tercio Ordinario del Estado de Milán, del Maestre de Campo D. Rodrigo de Ripalda
1704: Regimiento de Lombardía número 1 (del ejército de Italia)
1718: Regimiento de Lombardía número 2 (del ejército de Italia)
1776: Regimiento de Infantería "Príncipe" número 2
1815: Regimiento de Infantería "Príncipe" número 4
1823: Batallones de Infantería números 7 y 8
1824: Regimiento de Infantería "Príncipe" número 2
1826: Regimiento de Infantería "Príncipe" número 3
1844: Batallones de Infantería "Príncipe" 7, "D. Juan de Austria" 8 y "Lepanto" 9
1873: Regimiento de Infantería "Ontoria" número 3
1875: Regimiento de Infantería "Príncipe" número 3
1931: Regimiento de Infantería número 3
1935: Regimiento de Infantería "Milán" número 3
1977: Regimiento de Infantería "Príncipe" número 3
1998: Regimiento de Infantería Ligero Aerotransportado "Príncipe" número 3

Se trata del 2º regimiento mas antiguo del mundo con casi 5 siglos de historia, creado con el nombre de Tercio Ordinario del Estado de Milán, tercio que posteriormente también llevó el nombre de Tercio de Lombardía. En 1704 el tercio fue reducido a regimiento con el nombre de Regimiento de Lombardía número 1 del ejército de Italia. En 1718 se le dió el número 2 de los cuerpos de Italia, donde regresó a combatir largos años, distinguiéndose en la conquista de Nápoles, batalla de Bitinto (1734), batalla de Mirandola (1735), batalla de Campo Santo (1743) y batalla de Piacenza (1748).
Recibiendo por primera vez el nombre de Regimiento del Príncipe en 1776, tras pasar 23 años en Ultramar.

Durante la Guerra de la Independencia luchó en numerosos territorios, destacando en las batallas de Medina de Rioseco (1808) y Tamames (1809), así como en la defensa de Badajoz y Ciudad Rodrigo (1811). Terminada la guerra y con la denominación de Regimiento de Infantería del Príncipe n.º 4, absorbió a otros regimientos y en 1823 paso a denominarse Batallón de Infantería de Línea n.º 7 y el n.º 8. 
En 1824 fue reorganizado con fuerzas de los cuerpos realistas.

Tomó parte en la primera y tercera guerras carlistas (1833-40 y 1873-76). Disolviéndose en 1844, sus tres batallones formaron los batallones de infantería "Príncipe" número 7, "D. Juan de Austria" número 8 y "Lepanto" número 9. Durante la guerra de Marruecos (1859-60) participó en las batallas de Castillejos, Tetuán y Wad-Ras.

En 1873 el Gobierno republicano le dió el nombre de Regimiento de Infantería Ontoria número 3, pero en 1875 recobró el tradicional de Príncipe y quedó de guarnición en Bilbao conservando el numeral. En 1893 pasó a Asturias.

Enre los años 1895-98 el Regimiento participo en la guerra de Cuba.
En los años 1909 y 1910 participó en la Guerra de Melilla. Enviado de nuevo a Melilla en 1921, contribuyó a la defensa de la ciudad tras el Desastre de Annual y a la recuperación del monte Gurugú, Dar Drius y Tizzi-Azza.
En el año 1931 la 2ª Republica le asigna el nombre de Regimiento de Infantería n.º 3. En 1935 cambia de nuevo su nombre por el de Regimiento de Infantería Milán n.º 3 y al año siguiente se le cambia su numeración por la n.º 32. Durante la Guerra Civil se encargó de la defensa de la ciudad de Oviedo y después combatió en los frentes de Somosierra, Las Navas del Marqués, Boroz, Jarama y Pingarrón.


En 1977 recuperó el nombre de Regimiento de Infantería Principe nº3 y en 1988 recibe el nombre de Regimiento de Infantería Ligera Aerotransportada Príncipe nº3.

Actualmente se encuentra dividido en 2 batallones ambos en el acuartelamiento de Cabo Noval en Siero (Asturias): 
  • Batallón de Infantería Ligera "Toledo" n.º 35.
  • Batallón de Infantería Ligera "San Quintín" n.º 47.
El Regimiento forma parte, de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (BRILAT) "Galicia" VII, con base en Figueirido (Galicia).

8 nov 2011

Lo demandó el honor y obedecieron



Desde el comienzo de las misiones internacionales en 1986 han perdido la vida 162 militares españoles, siendo la misión de Afganistán la que más vidas humanas ha costado a España, seguida de la misión de Bosnia-Herzegovina.

Con el fallecido de ayer son 98 militares españoles, y dos intérpretes los que han perdido la vida en acto de servicio en el país asiático. Además otros 65 han resultado heridos.
De estos 98 militares, 62 fallecían en el Accidente del Yak-42 en Trebisonda en mayo de 2003, 17 al estrellarse el helicóptero Cougar en el que viajaban en agosto de 2005, 13 en diversos ataques, 2 en accidentes de tráfico y 4 morían causa de un infarto.

La misión de Bosnia se saldó con 23 fallecidos, de los cuales 2 lo hiceron a causa de un accidente aereo, 4 en atentados, 12 en accidentes de tráfico, 3 por infarto y 2 por disparos accidentales.
En Irak perdieron la vida 11 militares, 10 debido a ataques contra nuestras tropas y 1 por disparo accidental. La misión de Kosovo también le costo la vida a 11 españoles, 1 por accidente aéreo, 6 por accidente de trafico, 3 por infarto y 1 por disparo accidental.
En Líbano fueron 6 militares los fallecidos en atentados, 1 en accidente de tráfico y 2 por infarto.
En las misiones de Haití y Guinea Ecuatorial, perdieron la vida 4 y 3 militares respectivamente, por accidente aéreo.


De los 162 militares caídos en acto de servicio, 118 eran miembros del Ejercito de Tierra, 26 del Ejercito del Aire, 10 de la Armada y 8 pertenecían a la Guardia Civil.



6 nov 2011

Militar español muerto en Afganistan.


El fallecido es el sargento primero Joaquín Moya Espejo, que ha recibido un disparo en el tórax cuando se encontraba en el puesto avanzado de Ludina, en la provincia de Badghis.

El sargento, que formaba parte del Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT) que instruye al Ejército Nacional Afgano, se encontraba con su equipo, con una unidad afgana y un equipo de tiradores en un puesto avanzado protegiendo a unidades que progresaban por la Ruta Lithium, cuando han comenzado a recibir fuego.

El fallecido pertenecía al Regimiento de Infantería Garellano 45, con sede en Vitoria.

DESDE AQUI QUISIERA TRASLADAR MI MAS SENTIDO PESAME A LOS FAMILIARES Y AMIGOS DEL FALLECIDO

27 oct 2011

Los héroes de Irak

Por: | 22 de octubre de 2011
Tras ocho años, la guerra de Irak se salda con 4.479 soldados norteamericanos muertos en combate. Un millón de hombres y mujeres han pasado por alguna de las 300 bases que Estados Unidos ha tenido operativas en el país. El peor año fue 2007, con 904 caídos. Justo entonces, la cúpula militar convenció a George W. Bush de que enviara un refuerzo de 20.000 tropas al frente, para tratar de combatir la insurgencia en Bagdad y en el bastión rebelde de la provincia de Al Anbar. La estrategia fue un éxito, que permite la retirada antes de finales de 2011. De todos esos soldados, sólo cuatro han recibido la Medalla al Honor.
Esa condecoración es la mayor que puede recibir un soldado en EE UU. Desde el nacimiento de la nación norteamericana, 3.449 hombres la han obtenido. Mujeres, solo una. Mary Edwards Walker recibió la medalla de manos del presidente Andrew Johnson por sus servicios como cirujana en la Guerra Civil  y por haber caído presa del ejercito confederado. Aquello fue en 1865. En la guerra de Irak, iniciada en 2003, ni una sola mujer la ha recibido. Esa medalla la concede el presidente a aquellos que “arriesgaron sus vidas mas allá de la llamada del deber, mientras se encontraban en acción contra el enemigo de EE UU”.


050404_smith_hmed_6a.grid-6x2Paul R. Smith, primero en recibir la Medalla al Honor porsu servicio en Irak. Foto: Depto. de Defensa. 

El primero en recibirla en Irak fue el sargento del Ejercito de Tierra Paul R. Smith, fallecido el cuatro de abril de 2003 a los 33 años, en la toma de Bagdad. Su batallón cruzó el río Eufrates y llegó a la capital cuando todavía huían de ella los últimos del gobierno de Saddam Hussein. Cuando los soldados construían un recinto para retener a prisioneros, 100 tropas iraquíes iniciaron un ataque. El sargento Smith organizó la defensa. Lanzó granadas para detener el ataque y salvó la vida a tres compañeros heridos. Luego utilizó la ametralladora de un compañero abatido para seguir atacando al enemigo. Mató a entre 20 y 50 iraquíes, y salvó a 100 tropas norteamericanas. Bush le concedió la medalla el 4 de abril de 2005.
Los otros tres condecorados murieron de forma similar: amortiguando explosiones con sus cuerpos. Jason Dunham, al que sus amigos llamaban familiarmente Uno, fue un marine que falleció a los 22 años, el 22 de abril de 2004, en Husaybah, en la provincia insurgente de Al Anbar. Durante una misión de reconocimiento encontró un vehículo cargado con armas. Al intentar interrogar al conductor, este lanzó una granada. Dunhamm salvo a los demás miembros de su destacamento lanzándose sobre ella. Quedó en estado grave y murió ocho dias despues. Bush le concedió la Medalla al Honor el 11 de enero de 2007. Se convirtió en el primer marine en recibirla desde la guerra de Vietnam.


MONSOOR014El SEAL de la Marina Michael Monsoor. Foto: Marina de EE UU. 


Michael Monsoor, de 25 años, falleció en Ramadi, el 29 de septiembre de 2006. Era miembro del equipo de operacions especiales SEALS de la Marina. Se hallaba en una misión de reconocimiento, cubriendo a sus compañeros desde un tejado al que un insurgente lanzó una granada. Monsoor era el único que tenía acceso a una salida del edificio, pero en lugar de correr, cubrió la explosión con su cuerpo, muriendo media hora después. Salvó a dos SEALS. El 31 de marzo de 2008, Bush le concedió la Medalla al Honor.
De un modo muy parecido murió el soldado raso Ross McGinis, que pertenecía al Ejercito de Tierra. Tenia 19 años el 4 de diciembre de 2006, cuando le correspondió ser el ametrallador en un vehículo acorazado Humvee, en una misión al este de Bagdad. Los insurgentes lanzaron una granada dentro del vehículo y McGinis se lanzó sobre ella, salvando a otros cuatro soldados. El dos de junio de 2008 Bush le concedió la medalla al honor de forma póstuma. Fue la ultima ocasión en que un caído en Irak la recibió.


Obtenido de "El Pais"


De soldado a sintecho

Por: | 24 de octubre de 2011
 
De defender a su patria en una de las provincias más inestables de Afganistán, a no tener casa. Les presento a Matt B. Farwell, un hombre que le ha entregado a su patria todo lo que alguien le puede dar: algunos de los mejores años de su juventud; su propio hermano, fallecido en accidente de helicóptero, y la vida acomodada que ahora podría estar viviendo si hubiera acabado sus estudios en la Universidad de Virginia. En lugar de eso, Matt ingresó en el Ejército de Tierra en 2005. Es miembro de la generación 11-S, los cinco millones de soldados alistados después de los atentados de 2001.

4129934582_a0b7d9fb51(Matt en Afganistán. Foto cortesía de Matt B. Farwell)

Matt mató y vio morir. Vivió en Afganistán algunos de los mejores y de los peores momentos de su vida. Y al querer regresar a casa, se encontró con que los héroes, a veces, no tienen una casa a la que volver. Matt es, técnicamente, un sintecho. El gobierno de Estados Unidos define a esa persona como alguien que “carece de una residencia nocturna adecuada, regular y permanente”. Y Matt duerme a veces en casa de sus padres, en Kansas. Otras, desde que se mudó recientemente a California, en sofás de amigos. Cuando puede reunir los pocos dólares que cuesta una habitación en un motel de carretera, tiene el privilegio de descansar en una cama. En algunas ocasiones ha dormido a la intemperie.
Cinco años de entrega al ejército se han saldado con una pensión de 370 dólares mensuales, 268 euros para comer, dormir, vivir. Ahora Matt quiere ser escritor. (Este es su blog). Siente que la guerra le ha puesto cosas dentro que sólo puede sacarse escribiéndolas. La aniquilación de dos de sus amigos en la provincia de Paktika. La muerte de su hermano, Gary, en Alemania. La experiencia de matar. La extrañeza de descubrirse gritando de alegría cuando vio al enemigo, a otro ser humano, morir. La muerte y la guerra. No se ha enfrentado a la vida del mismo modo, después de aquello. Y sus textos, como esta entrada, así lo reflejan.


4129933346_75d9b1ae2f(Matt en Afganistán. Foto cortesía de Matt B. Farwell)
Matt no se arrepiente de nada. Pero admite las dudas que le asaltaban después de sentir la adrenalina de matar. “Entonces te detienes y piensas: ¿a quién he matado?”, explica. “Desde luego, no le he disparado al propio Bin Laden en la cara. ¿Quién era ese enemigo? ¿Y si era un granjero al que los talibanes o los Haqqani le habían extorsionado para que tomara las armas?”. Las pesadillas que sigue tendiendo, Matt no se las desea ni a su peor enemigo. “He visto cosas horribles, que no me abandonarán jamás”, confiesa.
Volver de la guerra con semejantes recuerdos a cuestas, enviar el currículum a más de 300 empresas (ha pedido trabajar de casi todo, desde lavaplatos a celador) y no obtener respuesta alguna: una experiencia amarga. Matt intenta abrirse paso en la sociedad, oyendo cómo los políticos hablan sin cesar de la deuda que tienen gobernantes y electores con los soldados, que eligieron ir a la guerra para que el enemigo no volviera a atacar en casa. Las frases ampulosas, sin embargo, no le facilitan la vida a veteranos como él.

110926-M-HB024-028(Un soldado afgano, en Kandak, al anochecer. Foto: Marines)
Las cifras son tan exorbitantes que la gravedad de la situación se desdibuja en ellas. En EE UU hay 23 millones de veteranos de guerra. Según datos del gobierno, unos 136.000 soldados que regresan del frente duermen en la calle al menos una noche del año. Un estudio de la Asociación Americana de Psicología mantiene que la mitad de los soldados que retoman sus estudios universitarios al volver del frente ha contemplado el suicidio. Un 20% ha hecho planes específicos para matarse. Cada día, 17 veteranos de EE UU se quitan la vida.
Matt lo ha vivido de cerca. Compañeros que volvieron del frente y murieron en extrañas circunstancias. “Accidentes de tráfico extraños, sobredosis de drogas, situaciones que no parecen muertes naturales. La gente elige métodos muy variados para suicidarse”, explica. Definir un suicidio es, de hecho, difícil. “Mi amigo Michael Cloutier, que probablemente me salvó la vida en un puesto militar en Afganistán cuando nos atacó un grupo de talibanes que nos triplicaba en número, murió de una sobredosis a un año de volver del frente”, añade.
Matt ha estado 18 meses vagando por EE UU, aquella patria que le recuerda que su generación es una generación de héroes. Ahora se encuentra en California; pronto regresará a Kansas, a quedarse con su familia una temporada, y probablemente reanudará en unos meses sus estudios en la Universidad de Virginia. Me cuenta que el miércoles pasado una desconocida le abrió su casa, le dejó dormir en su sofá y le dio 20 dólares para comer. Piensa que ese es el verdadero patriotismo. “No son las banderas, las pegatinas o los eslóganes. Esa ayuda, de alguien que decide hacer el bien, me hace ver que mis sacrificios para defender mi patria valieron la pena”.
(Matt tiene una cuenta de Twitter. Se le puede seguir aquí).


Sacado de "El Pais"

22 oct 2011

Carta del padre del último Guardia Civil asesinado por ETA: "Ni olvidamos ni olvidaremos".


Diego, hijo, tu muerte no fue en balde. Lucharemos hasta el final para que se haga justicia, por ti y por las 858 víctimas del terrorismo. Nosotros hemos puesto los cadáveres encima de la mesa y ellos pretenden que tú tengas la misma consideración que los propios terroristas. Eso no será así. Sería la derrota de la justicia humana: equiparar al verdugo con su víctima. Tú, hijo, defendiste, junto a centenares de policías, militares, jueces y ciudadanos caídos, la Ley, y por eso te mataron. Diego, te mataron sólo por ser un Guardia Civil, por cumplir tu deber. La única guerra es la que ellos mantienen contra la democracia. Diego, por la dignidad y la justicia, no vamos a claudicar. El fin de ETA será real cuando entreguen las armas y pidan perdón por el dolor causado, y cuando asuman su responsabilidad moral aquellos que les han ayudado políticamente con total impunidad.  Diego, que sepan todas las víctimas que los que estamos aquí seguiremos luchando para que su memoria no se pierda.  Me presento para senador en el último lugar por las listas de Guipuzcoa, que con tanta valentía y generosidad me ha ofrecido en Partido Popular. Si alcanzo esta responsabilidad, lucharé por vuestra memoria, para construir un mausoleo en el corazón de Guipúzcoa, con un fuego permanente, con tu nombre, Diego, y los de todas las víctimas asesinadas a manos de ETA. Para que viváis siempre entre nosotros. Porque, hijo,  ni olvidamos ni olvidaremos.
Antonio  SALVÁ

12 oct 2011

12 de Octubre

Hoy 12 de Octubre, celebramos la Fiesta Nacional de España.
Tambien, celebramos la festividad de Nuestra Señora del Pilar, Patrona de la Guardia Civil.

9 oct 2011

Actros Armoured Heavy Support Vehicle System (AHSVS)




Impresionante video sobre el transporte de material pesado por parte de las tropas canadienses en Afghanistan. El ejercito de Canada usa una versión modificada del clásico Mercedes Benz Actros: El Actros Armoured Heavy Support Vehicle System (AHSVS)

5 oct 2011

12-O Día de la Fiesta Nacional.

Como viene siendo habitual en los últimos años, un elemento característico del 12 de octubre será el desfile militar, que este año discurrirá entre la Glorieta de Carlos V y la Plaza de Colón de Madrid, un recorrido 600 metros más largo que el de la edición de 2010.
Los actos comenzarán a las 10.30 horas, con la llegada de los Reyes a la Plaza de Neptuno. Después, tras el izado y homenaje a la bandera nacional, así como el homenaje a los que dieron su vida por España, dará comienzo el tradicional desfile terrestre y aéreo, que concluirá hacia el mediodía.
Los actos serán retransmitidos por TVE.
Secuencia de los actos.